14/05/2025

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LOS AÑOS DORADOS

01/11/2020
Un grupo de personas de la tercera edad en Taichung tocan los tambores durante una clase en un centro de cuidado diurno. (Foto de Chen Mei-ling)

Enfrentando una sociedad envejecida, Taiwan opta por adoptar una estrategia público-privada que incluye la participación de varias generaciones, al mismo tiempo que mejora la calidad de vida de los adultos mayores.

Tras pasar varias décadas cuidando de su familia, Lin Shu-chen inició un nuevo capítulo en su vida en junio del año pasado: su primer trabajo, un puesto de medio tiempo en el restaurante Bulao Eatery No.125 en la ciudad de Taichung, en el centro de Taiwan. “Me siento feliz, saludable y llena de energía”, afirma la mujer de 67 años de edad. “Trabajar me ha dado la oportunidad de aprender nuevas habilidades de mis colegas sobre asuntos como pagos con dispositivos móviles y servicio al cliente”, asegura Lin.

Lin nunca se imaginó que entraría a formar parte de la fuerza laboral tan tarde en la vida, pero su experiencia asistiendo a cursos de capacitación vocacional financiados por el Ministerio de Trabajo (MOL, siglas en inglés) le brindaron un nuevo punto de vista acerca de las oportunidades disponibles. “Me he sentido algo perdida ahora que mis hijos han crecido y mi esposo se ha pensionado”, confiesa Lin. “Me di cuenta que tener un propósito y una rutina diaria era una influencia muy positiva para mí”, afirmó Lin.

Taiwan está evolucionando para convertirse en una sociedad superenvejecida conforme la tasa de natalidad baja y la expectativa de vida aumenta. (Foto de Chen Mei-ling)

Establecido en 2016 por la Fundación Hondao para el Bienestar de los Adultos Mayores (HSCWF, siglas en inglés) en asociación con la Oficina de Asuntos Sociales del Gobierno de la Ciudad de Taichung, el Bulao Eatery brinda oportunidades de trabajo a las personas de la tercera edad. En la actualidad, este restaurante da empleo a 15 personas con una edad promedio de 63 años. 

“Muchos individuos de avanzada edad están dispuestos y son capaces de trabajar. Los trabajos que les ofrecemos les dan un ingreso estable y les permiten socializar y hacer nuevas amistades”, señaló Liu Chia-ying, directora de la División de Administración General de la HSCWF, añadiendo que estudios han descubierto que tener un empleo puede llevar a mejores resultados de salud entre las personas mayores.

Empleados del Bulao Eatery No.125, ubicada en la ciudad de Taichung, en el centro de Taiwan, sonríen al posar junto a señales que promueven el restaurante, que actualmente emplea a 15 personas con una edad promedio de 63 años. (Foto de Chen Mei-ling)

Reto demográfico

La ayuda para encontrar empleo es una entre la miríada de políticas y medidas que están siendo implementadas por las agencias gubernamentales en cooperación con las organizaciones no gubernamentales (ONG) a fin de salvaguardar el bienestar de las personas de la tercera edad. Estas han sido diseñadas a fin de enfrentar los retos sociales, económicos y de salud pública causados por el envejecimiento de la población. 

Taiwan se convirtió oficialmente en una sociedad envejecida en el año 2018, cuando más de un 14 por ciento de la población llegó a ser mayor de 65 años de edad. Se espera que esto aumente a más de una persona de cada cinco para el año 2025, cuando Taiwan se convierta en una nación superenvejecida, de acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Desarrollo.

Un grupo de adultos mayores hace ejercicio en un parque público en el sector de Xinzhuang en la ciudad de Nuevo Taipei. (Foto de Chen Mei-ling)

Los cambios demográficos resultantes del envejecimiento de la población, exacerbados por la baja tasa de natalidad, podrían tener graves consecuencias para la sociedad, ya que una cada vez más reducida fuerza laboral implica menores ingresos fiscales, al mismo tiempo que el gasto gubernamental en cuidados de salud y atención aumenta. Esto podría dificultar el crecimiento económico, la inversión privada y la competitividad de la nación en general.

Al enfrentar estos retos, las agencias gubernamentales, incluyendo el Ministerio de Salud y Bienestar (MOHW, siglas en inglés) y el MOL han promovido nuevos proyectos de ley a fin de mitigar cualquier efecto negativo. Entre ellos se encuentran la Ley de Bienestar de los Ciudadanos Mayores, la Ley de Servicio de Atención a Largo Plazo, y la Ley de Promoción del Empleo para las Personas de Mediana y Tercera Edad, promulgadas en 1980, 2015 y 2019.

Un ciudadano de la tercera edad en un centro de cuidado diurno ubicado en el sureño distrito de Pingtung muestra una tarjeta inteligente que registra información de salud como la presión sanguínea y la temperatura corporal. (Foto de Chen Mei-ling)

“Nuestro principal objetivo es apoyar a los adultos mayores para que puedan permanecer activos, saludables, independientes, seguros y conectados socialmente”, afirmó Chuang Chin-chu, vicedirectora de la Sección de Bienestar para los Adultos Mayores de la Administración de Asuntos Sociales y de Familia (SFAA, siglas en inglés) del MOHW. 

Esfuerzo comunitario

Según Chuang, uno de los sectores de la población más vulnerables son las personas de la tercera edad de bajos ingresos y con discapacidades. A fin de brindar una red de seguridad, en 2017 se introdujo el Plan Nacional de Atención a Largo Plazo 2.0 a fin de introducir el concepto de envejecer en un solo lugar, a saber: poder vivir en forma segura en su propio hogar y vecindario. Esta iniciativa de diez años busca incorporar servicios dentro de la comunidad y aumentar la cantidad de cuidadores a largo plazo.

A fin de alcanzar este objetivo, la SFAA está colaborando con los gobiernos de ciudades y distritos, al igual que con las ONG a fin de establecer estaciones comunitarias de atención. Hasta finales de 2019, ya se habían establecido por toda la nación unas 4.000 instalaciones como estas. Las estaciones emplean a las empresas locales para brindar servicios en el hogar y entregar comidas al mismo tiempo que llevan a cabo actividades de promoción de salud.

Adultos mayores disfrutan de comidas nutritivas y juegos divertidos en una estación de cuidado comunitario en Taichung. (Fotos de Chen Mei-ling)

“Envejecer en un solo lugar es el resultado ideal para pasar los últimos años de su vida y es absolutamente posible para la mayoría de las personas con un poco de ayuda y ajustes por parte de quienes los rodean, permitiéndoles quedarse en un entorno que es cómodo, familiar y seguro”, aseveró Chuang, agregando que “ofrece mayor facilidad y tranquilidad a la familia y amigos”.

Chuang opina que las asociaciones público-privadas han sido una de las claves para el éxito de esta estrategia gubernamental. “Las organizaciones locales están en el lugar ideal para encontrar soluciones definitivas a fin de dar atención a las personas mayores, ya que generalmente son más creativas y flexibles en su forma de pensar”, indica Chuang.

La HSCWF es una de las ONG que está marcando la pauta en innovación y profesionalismo en el ámbito de los servicios de atención para las personas de la tercera edad. Fue comisionada por la SFAA para operar 11 estaciones de atención comunitaria al mismo tiempo que implementa diversos proyectos que llenan las necesidades físicas y mentales de los adultos mayores.

La Fundación Hondao para el Bienestar de los Adultos Mayores organiza giras en motocicleta como parte de su programa Los Sueños No Envejecen. (Foto cortesía de la Fundación Hondao para el Bienestar de los Adultos Mayores)

Desde 1995, la HSCWF ha promovido el cuidado en las comunidades por medio de una amplia red de cuidadores profesionales, trabajadores sociales y voluntarios. Muchos de los beneficiarios de sus servicios son adultos mayores que viven solos, a los cuales la fundación ayuda con las labores domésticas, las compras y las visitas al hospital al mismo tiempo que ofrece compañía y comidas calientes.

En la actualidad, la HSCWF tiene cerca de 500 empleados y 2.800 voluntarios que atienden a 8.300 personas de la tercera edad en todo Taiwan. Su labor es hecha posible gracias a donaciones privadas y fondos provenientes del Gobierno Central y los gobiernos locales.

La campaña mejor conocida de la organización es el programa Los Sueños No Envejecen, que ayuda a los adultos mayores a hacer realidad sus metas. Los participantes anteriores incluyen un grupo de octogenarios que completaron una gira en motocicleta de 13 días y 1.178 kilómetros alrededor de Taiwan en 2007. Su historia fue convertida posteriormente en el documental titulado Go Grandriders (¡Vamos, abuelos motociclistas!) en 2012.

La HSCWF ayuda los ciudadanos de la tercera edad a hacer realidad muchos de sus sueños, tales como actuar en la Arena de Taipei y trabajar en una tienda de conveniencia. (Fotos cortesía de la HSCWF)

“La edad no debe convertirse en una barrera para alcanzar sus sueños”, afirmó Liu. “Aunque las personas envejezcan, todavía pueden tener éxito, y debemos estar allí para apoyarlas en sus logros”, declaró Liu.

Coordinación política

La Federación para el Bienestar de los Ancianos (FWE, siglas en inglés), con sede en Taipei, es otra importante ONG que está moldeando las prácticas comerciales, las políticas gubernamentales y las actitudes públicas en Taiwan con respecto a la edad madura. Fundada en 1994 con el objetivo de promover una mejor coordinación y cooperación entre los grupos dedicados a ayudar a los adultos mayores, la federación consiste en más de cien organizaciones miembro en toda la nación.

“Las personas mayores tienen sus propias experiencias particulares de vida que pueden distinguirlas del resto de la población. Es más probable que sufran dolor por pérdidas, pérdida de ingresos y mala salud. Estos detonantes pueden dar como resultado aislamiento, soledad y angustia sicológica”, explicó Chang Shu-ching, secretaria general de la FWE. “Brindar apoyo social oportuno y apropiado es particularmente importante para los adultos mayores”, advierte Chang.

Un miembro del personal de la HSCWF acompaña a una anciana a hacer sus compras. (Foto cortesía de la HSCWF)

La FWE ha tenido éxito al presionar políticamente para aprobar enmiendas a la Ley de Bienestar de los Ciudadanos Mayores, otorgando mayores protecciones a los derechos e intereses de las personas de la tercera edad incluyendo a aquellos que estén siendo abusados y abandonados. Los cambios también dan incentivos a envejecer en un solo lugar y la provisión de servicios tales como centros de cuidado diurno para adultos y hogares para ancianos.

Según Chang, la FWE ha estado trabajando estrechamente con las agencias del Gobierno central como el Ministerio de Educación, el MOHW y el MOL, a fin de diseñar programas e instalaciones que satisfagan adecuadamente las necesidades de los adultos mayores. Los diversos servicios brindados por la FWE incluyen campañas para reducir la discriminación por edad, mejorar las condiciones de vida y prestar una amplia gama de servicios de atención comunitaria, especialmente a las personas de la tercera edad que viven en áreas remotas o rurales.

A los pacientes que padecen de demencia se les dan brazaletes de identificación hechos por la FWE para ayudarlos a evitar experiencias que los desorienten. (Foto cortesía de la FWE)

Conforme Taiwan se torna una sociedad superenvejecida, muchos de sus ciudadanos mayores están viviendo más satisfactoriamente que nunca antes, al mismo tiempo que continúan participando y contribuyendo a la sociedad. “Al adoptar un enfoque integral al cuidado de las personas de la tercera edad y promover fuertes asociaciones con las ONG, el Gobierno está creando servicios abarcadores e interconectados que responden a las necesidades de los adultos mayores”, afirma Chang, del MOHW. “Juntos podemos facilitar un envejecimiento con elegancia, dignidad y propósito”, indicó Chang. 

Los programas y servicios de beneficencia iniciados por medio de asociaciones entre los sectores público y privado están mejorando la calidad de vida de las personas mayores y ayudándolas a envejecer con dignidad. (Foto de Chen Mei-ling)

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